7/04/2011

Baño salado (publicado en la revista Posdata)


La regadera había hurtado sus lágrimas

gota por gota

grito por grito

lamento por lamento

para verterse luego sobre ella y apretarle la garganta.


La ducha fue larga igual que el desamparo

y el jabón insuficiente para desvanecer la sal que la azotaba


¡¿A qué hora se acaba éste chorro?!


¡¿Quién o qué lo abastece?!

¡¿Por qué no limpia mi pecho?!

El borbotón galopa y galopa con fuerza.


Ella parece cansada


cascada.

Cierra la manija, la exprime, la prensa


y un hilo de agua afligida le teje el cabello.

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