It is not the strongest of the species that survives, nor the most intelligent, but rather the one most adaptable to change. (Darwin)
Buenas noches.
Es un honor para mí presentar "A mares" de Livier Fernández.
Este libro de poesía comienza a gestarse en Bournemouth Inglaterra (2003 - 2004), donde a mi parecer, Livier comienza un trabajo de campo del entorno y de su situación como nauta, ahí en medio de un bosque y un mar desconocido, lejos de su cultura y su tierra, Livier se ve reducida a lo más elemental, entregándose enamoradamente a la intemperie.
A mares nos muestra el intimísimo breviario de Livier que finalmente la mantuvo a flote, encontrándose por primera vez, el mundo tal como es.
Hay que soportar las horas, en fin, elegir entre la vida y la muerte a diario.
Navegando, Livier se va deshaciendo de la banalidad de los problemas que alguna vez tuvieron importancia, pero que ahora, no son más que un ridículo juego.
Ella dice: ¿Puedes quitar la basura de entre nosotros?
Él la mira asustado.
Ella aprieta su mano que está asida a él.
Él siente la envoltura de un chocolate entre ambos, la tira y ríe a carcajadas.
De pronto, y quizá un poco confiada, Livier encuentra agua dulce que se puede tomar:
Hundida en un río de jazmín y de-lirios mi piel té recuerda, expide un vapor perfumado (se caldea)... el agua me sigue la corriente.
Livier se relaciona con el agua desde el punto de su nacimiento por su signo zodiacal, así mismo con el erotismo y hasta en la forma de su escritura, dejándose llevar por la húmeda corriente y, exponiendo ingenuamente sus sentimientos, Livier recibirá una recia lección de A mares.
Lo primero que perdí con él fue el reloj,
luego el gorro que me habían prestado para que el frío no me entrara a la cabeza.
Al quedar descubierta, Livier atraviesa por un gélido paisaje, las grises nubes de aquel lugar opacaban los colores a los que ella estaba acostumbrada en el cálido México, abordando la ansiedad y el clamor por su Tierra añorada:
No hay nada aquí, nada de ti, de tu abundancia.
Como quisiera que estos hijos, de la verdadera Chingada, tuvieran uno solo de tus mercados radiantes. Los deslumbraríamos, los cegaríamos para siempre y entonces tendrían que ver con los oídos o con las manos o con la boca y entenderían de una puta vez nuestro idioma.
El Sol entra como figura paternal y solidaria, se convierte en la esperanza, en la añoranza de sus cálidas tierras, el astro que no abandona y calienta:
Tras la corriente borrasca, el sol que tanto extrañé, secará nuestras pieles con la caricia de un vaho divino.
En este libro, Livier nos presenta su condición como persona y como mujer en el mundo, su identidad como Mexicana y su lugar en la historia. Este poemario es la oportunidad de Livier para gritar y ser rescatada en "A mares".
Mujer que no has escrito la historia,
habla ahora que tienes boca,
garabatea hoy que tienes tinta por dedos,
mañana será tarde y blasfemarán en tu contra,
escribe hoy desde todos tus tiempos,
baila hoy a tu ritmo o calla para siempre.
El presente libro se terminó de imprimir en Septiembre del 2011, consta únicamente de 1000 ejemplares y está bellamente ilustrado por la artista visual Erika Kuhn, cuyos dibujos retratan a manera de evidencia, la experiencia de Livier navegando en "A mares".
Gracias,
José López
René Zúñiga Feria del libro en Cintermex, presuroso llego a la Sala 101, afanosa mi mirada buscó al frente el rostro de Livier. Sí, es ella, me dije. Una figura frágil y poderosa al frente. La gente atenta, seria, reflexiva. Yo me aposento casi de frente al fondo y hago una caravana propia del Siglo XIX, Livier no se da por aludida. El oso era para ella solamente. No escucho, mi atención son esos ojos que recorren los rostros y dibuja una sonrisa discreta, festiva. Me da la impresión de que ella viaja en otras latitudes. Una breve lectura de parte de otra novel, atenta y certera escritora que dibujó en el aire escenarios propios. Livier en fiusha lee un breve texto de su reciente libro publicado. Llega a su fin la presentación de los libros, corro al frente; Livier soy René, se dibuja una sonrisa en su rostro. Plática breve, me despido, un abrazo a mi admirada y ya querida Livier que crece como ser humano, como escritora.
René Zuñiga, Octubre 2011.